21 sept 2010

Situaciones oníricas

El sol deslumbra mi rostro y las olas del mar relajan mis sentidos. No tengo ni la más mínima idea de la hora que es. Reconozco que me cuesta trabajo dejar la cama, ésta es cómoda y me arrullan los sonidos característicos del lugar. Ignoro la fecha, el sitio y con quién me encuentro. Pero eso no importa. Y es que, a quién le importa el acontecer ante semejante majestuosidad natural. Esto es algo parecido a lo que denominan 'paraíso'. El fin de la tierra. El comienzo de la inmensidad. Un sendero de arena conlleva a la playa. Me espera un camastro para tomar el sol y percibir a flor de piel la naturaleza del espacio. Antes, un desayuno continental aparece en la mesa. La vista es sensacional. Una fruta quizá insípida, me sabe dulce y agradable al paladar. El mar me sonsaca y no puedo negarme; curiosamente, puedo nadar en él sin saber hacerlo. Refresca mi cuerpo. Las ideas se renuevan y los bellos de la piel se erizan al salir. Camino por la playa, por los alrededores, por toda la zona. Experimento algo sin igual. Pareciera no existir. Tanta belleza, ¡imposible! Al atardecer, una lancha me lleva a dar un paseo. El sol está por ocultarse. La noche se avecina. El sueño parece terminar.











Después, despierto y volteo a ver el reloj. Son las 8 de la mañana. El sol entra apenas por una cavidad de la ventana y las persianas. Me hallo en mi habitación. En mi casa. Se me ha hecho tarde. Un sitio me espera y tengo que abordar el tren para un trayecto de 50 minutos. La ciudad es caótica. La contaminación no cesa. Vengo pensando en aquel lugar. Sabía que no existía. Todo fue un sueño.

Luego, internet me ofrece la respuesta. Aquel lugar placentero existe. Se llama Parrot Cay y se encuentra en las Islas Turcas y Caicos, al norte del Caribe. Sonrío.

20 sept 2010

Noche de sábado

Días en los que la reflexión ha sido parte del transitar. Noches que parecen iguales pero que al descubrir su esencia me seducen en su oscuridad absoluta. Sin embargo, aquella noche no fue similar aunque mis bolsillos muestren lo contrario de aquel pantalón beige que por poco olvido en un lugar apartado de mi vestidor. Apenas imagino las consecuencias. Me dirijo al auto y éste marca la necesidad urgente de cargar combustible. El trayecto será largo. El clima se torna ideal. Es de noche y conduzco hacia el sur. En una gran avenida, una luz en rojo marca el alto en mi andar. No hay tráfico. En la radio se escucha a Band of Horses y el acontecer pinta sensacional. Subo el volumen, la canción... Is There a Ghost:

13 sept 2010

Cotidianidades

"Algunos pájaros no pueden ser enjaulados, sus plumas son demasiado hermosas. Y cuando se van volando se alegra esa parte de ti que siempre supo que era un pecado enjaularlos. Aun así el lugar donde tú sigues viviendo resulta más gris y vacío cuando ya no están", dice Morgan Freeman en su papel de "Red" en la película The Shawshank Redemption.

...He pasado largos días percatándome en que esta cotidianidad me tiene, en momentos, de mal humor. Mi instancia en este sitio desde donde escribo esto no satisface ni la más mínima de mis expectativas. El quehacer laboral se ha convertido en un proceso de costumbre vana y percibo que las mañanas se tornan insustanciales.

Hace unos días A me preguntaba cómo era una mañana para mí entre semana (...) Mi silencio le dio la mejor respuesta, supongo. Anoche conversando con ella misma, platicábamos del acontecer y de las ganas súbitas de salir gritando hasta el desahogo; de la impotencia por permanecer enjaulado cuando lo que deseas, es volar.

Hay ocasiones que el patiño tiene que tolerar al payaso para producir la risa. ¿Pero hasta cuándo?

Conocemos de nuestros límites y de nuestras carencias, imaginamos de nuestros dones y virtudes; sin embargo, jamás nos situamos en una realidad y es cuando nos sentimos inferiores. No somos capaces de dar ese pequeño o gran salto, las vicisitudes nos amarran y aquejan nuestro acontecer. Las deudas por pagar, una colegiatura por cubrir, la invitación a salir.

No pretendo decir que mis plumas son hermosas como lo dice Red, tal vez sean pálidas como la tierra, quizá ni siquiera tenga; sólo sé que otro nido espera y que paciente debo ser para volar a él...

"Atravesó un río de mierda y salió limpio del otro lado", mencionó Morgan Freeman en el mismo film.


3 sept 2010

Body paiting

En Singapur -como en distintos países- existe una fundación que combate el cáncer de mama. Andy Yang Soo en colaboración, pintó el cuerpo de una modelo haciendo referencia a esas pequeñas cosas que le damos importancia sin si quiera voltear a ver lo que realmente es trascendental.

El mensaje es claro: Deja la superficialidad y todas aquellas banalidades y enfócate a tu salud. Examínate los senos en vez de obsesionarte con traseros grandes, las espinillas o uno de esos días malos de tu cabello.


Vía The Cool Hunter.

2 sept 2010

Dejen escribo mi legado y pronto estaré a su lado

Podría contar las ocasiones en que he tenido jaqueca. Agradezco que sean pocas. Eran las 6:30 de la tarde y me trasladaba a la universidad para mi clase de 7:00. Tengo examen. El dolor de cabeza se asienta y no me deja en paz. No quiero leer, menos estudiar. No quiero escuchar. No quiero mirar. No al menos hasta que termine el aquejo.

El dolor culminó a las 23 horas. De regreso a casa vengo pensando que necesitaba escribir porque tengo comprobado que es una terapia para mí.

En la mochila se hallan un paraguas y un libro de Carlos Monsiváis. Pretendo formarme el hábito de leer en mis trayectos. Es el camino de la escuela al hogar y ni siquiera imagino en continuar mi lectura. Abusando del cese del dolor, vengo pensando qué escribir, qué transmitir o qué imaginar; pero hondamente sé que algo no está bien.

No entiendo esa sensación que repentinamente me asalta y me agobia. Se torna recalcitrante esa costumbre de voltear a ver mis múltiples errores y, en algunos, lamentarlos arduamente. Me apuntan como un revólver y dispuesto estoy a postrarme en la pared y ser fusilado por ellos. No exagero.

De pronto recuerdo aquel ensayo de José Saramago que hace mención de la ceguera. Y en efecto me doy cuenta que las personas -sin percatarnos- perdemos (figuradamente) la vista poco a poco y nos transformamos, haciendo de nuestros actos, una mezquindad. Entonces, me cuestiono si es mi caso.

En mi laberinto de ideas, concluyo en una cosa: El legado. Coincidentemente porto un libro de Carlos y aludo a José; dos escritores que han dejado una herencia trascendental para la humanidad y que hace algunos meses, se han marchado de ésta. Murieron sabiendo que sus pensamientos e historias de vida recorrerán generaciones enriqueciendo conciencias.

¿Nosotros qué hemos hecho no si preocuparnos por cosas superfluas y buscar a costa de todo una felicidad que perdura sólo instantes? ¿Nosotros qué hemos hecho no si masificar nuestras vidas? ¿Nosotros qué hemos hecho no si en lugar de resarcir nuestros malos actos, continuar en la ausencia de conciencia?

Mi abuela paterna también murió en este año. Pocas cosas cambiaron a raíz de ello. Si a caso la familia más próxima se enteró. Volví a reflexionar otra vez. ¿Legados? (...) Mejor pienso y busco bellos recuerdos.

Luego, llego a casa. Es la noche del dos de septiembre. Me dispongo a escribir cualquier situación mundana. Reviso las últimas noticias:

"Germán Dehesa falleció a las 6:30 p.m."

...Un legado nació.