25 ene 2010

¿Políticamente correcto?

Podría comenzar este ‘post’ dando excusas del por qué la falta de contenido en este Blog, de la ausencia de palabras poco articuladas, o bien, de las ideas rebuscadas poco trascendentales desde mi cabeza. Pero poco valdría hacerlo, de hecho excusándome o no, sería un gesto intrascendente; algo así como quitarle un pelo a un león o injertándole uno a Polo Polo. Sin embargo, a manera indigna de excusa, me he puesto a leer (sí, ya por fin) Es abismal la cantidad de información que espera de lectura: distintas páginas en Internet como blogs, noticias del acontecer nacional y mundial en diarios electrónicos; el mismo Twitter que dicho sea de paso, acá me puedes seguir, algún periódico o revista que se cuele en nuestras manos, y ahora terminando una novela filosófica de 1984. Cabe destacar la frase anterior: “información que espera de lectura”, no significa que todo lo anterior lo lea en su mayoría y que ahora me dé baños de culto o mucho más. Aclaro.

Entonces, con bombo y platillo anuncio que esta es la primer publicación en el ‘Diván’ del año; con gran pirotecnia y una basta algarabía, digo hoy que este es el primer post de la década. Por supuesto bromeo. A nadie le importa, incluso, ni a mí me satisface.

Sólo me satisface pensar en un presente, una vez más, poco nítido y sigiloso en su acontecer. Sé que el mundo se acaba, que nosotros fallecemos y que la vida se te esfuma en sólo pensar si debes arriesgarte o no. Una cripta me espera para ocupar un sitio y algunas personas podrán esperar algo de mí en vida, quizá un par de ellas, quizá nadie. Ya lo dice Woody Allen: “No es que tenga miedo a morirme, es tan sólo que no quiero estar allí cuando suceda”.

Vivir es complejo, sí, sin embargo es un placer hacerlo. En la cotidianidad recibimos oportunidades que dejamos pasar, situaciones inesperadas que nos llevarán a la toma de decisiones y a la búsqueda de nuevas escenas, distintos rumbos, diferentes y nuevas personas. No importa describirme ahora; sólo digo que disfruto los cambios, me gustan los retos, no me complace estancarme y me trastorna la monotonía.

Nadie sabe a ciencia cierta la duración de su vida, entonces ¿por qué aquella arrogancia? Esa maldita indiferencia hacia los individuos ¿para qué? ¿Valdrá y será necesario tomarse todo muy en serio? ¿Posponer acontecimientos será lo indicado? Pensar en una posible vejez es coherente, pero ¿saciar lo sedentario de nuestras vidas lo es?

En este 2010 cumplo 28 años de edad, es probable que pueda delimitar lo que se es correcto hacer y lo que no; tal vez intente saber distinguir lo que es propio realizar y lo que no así. La sociedad puede que lo apruebe o lo desapruebe. Mis actos de acuerdo a los cánones podrán no ser los óptimos. Mis hechos y a veces mis pensamientos no estarán en acuerdo con lo común, con lo estándar o con lo que “un modelo a seguir” haría. De verdad digo ahora, eso me vale un pito, etimológicamente hablando. Y es que, detesto que alguien tan equis me diga lo que es “políticamente correcto” hacer cuando éste individuo es políticamente un perfecto estúpido; ¡qué gran flojera! Entonces, ¿tener sexo es políticamente incorrecto? Y ¿hacer el amor es políticamente correcto? Por citar algún ejemplo, claro está. De modo que, a mis ya casi 28, me dirijo y me dirigiré de la manera que considere prudente a mi manera de ser; detesto las poses, a veces, me caga ser ordinario en todo. Siempre y en cualquier sitio: la risa como antídoto ante nuestras desgracias. La sonrisa no fingida como solución al aquejo, como primer acercamiento o como un adiós.

La vida es hoy, Allen menciona también: “No creo en una vida posterior, pero, por si acaso, me he cambiado de ropa interior”.

2 comentarios:

  1. Chido, me gustó y coincido con este post, del cual por cierto copiaré la frasé de Allen. Saludos.

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  2. Wow Iván no imaginé que escribieras tan lindo, me encantó!!

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